¡Hola! Me llamo Amy y soy Canadiense.
Decidí tomarme unas vacaciones en el periódo de Feria en Sevilla para poder ver las fiestas que se realizan allí en esa época.
Cojí un avión el domingo por la mañana y llegué a España, Madrid, por la noche. De allí cojí el "AVE" a Sevilla. Fue llegar al hotel y caer rendida en la cama. Me desperté a las 5 de la tarde, hora perfecta para almozar o desayunar (dado que nome acostumbro al horario de España) , y me vestí rapidamente para ir a la Feria.
Cuando llegué no me podía creer lo que veían mis ojos, era como una pequeña ciudad, con casas vestidas de verde y rojo, todo el mundo de fiesta bailando y cantando y con disfraces muy bonitos de variados colores. Había un poco de todo, personas mayores con sus familiares y amigos, jóvenes bailando y bebiendo una bebida llamada "Rebujito", que me aconsejaron probar los de la agencia del viaje. Había niñas y niños pequeños pidiendo, o mejor dicho rogandoles a sus padres que los llevaran a la "Calle Del Infierno", calle que no tenía ni la menor idea de lo que era hasta que el miércoles sin querer aparecí por allí, y ví que eran atracciones para todas las edades. El jueves fue el mejor día de Feria, los anteriores días había ido por solitario con mi cámar de fotos fotografiando ala gente, la portada de Feria, los farolillos... Pero el jueves en una caseta había un grupo de chicos y chicas d emi edad aproximadamente, que al verme con cara de perdida me invitaron a entrar y a tomar algo con ellos.
Antes lo veía hermoso, al go que comtemplar sentada en un poyete o un balcón, pero ahora comprendo el verdadero sentido de la Feria: es una semana para volver a quedar con antiguos amigos o con los actuales, para reunirse de nuevo al familia y almorzar todos juntos riendo al compás de las sevillanas típicas de esta semana, en resumen; es una semana para disfruatr y pasarlo bien.
El último día de Feria invité a mis nuevos amigos a cenar en una acseta pública, sé que no era la mejor castea de la Feria, pero ellos me lo agradecieron mucho. Después fuimos todos juntos al puente desde donde tiran los fuegos artificiales, ¡Fue muy bonito! Al día siguiente volví a emprender mi vuelo hacia Canadá.
Nunca olvidaré mi estancia en Sevilla ni su Feria inigualable.
